Joaquín Ríos Capapé - Accionista del Valencia
Al hilo de lo que comentaba hace unos días y, dado que seguimos con poca información, ó al menos poco detallada, insisto en preguntar al Vicente Soriano aquello que nunca responde ó lo hace, el sabrá porqué, sin entrar en detalles. Desde que el VCF es SAD, la historia se repite. Pero, para ser buen gestor, hay que empezar por ser claro.
¿Por cuánto va a vender/malvender los terrenos del actual Mestalla? ¿A quién, cuándo y con qué plazos de pago? Y ¿De quién, de qué montante y por cuántas de las parcelas, eran las ofertas que ha descartado? ¿Cuántos de esos millones irán a parar a manos de Juan Soler, en concepto de devolución de lo ya adelantó por por la compra firmada de la primera parcela (ese si era un buen precio de venta para el club), y cuánto no tendrá que pagar, al liberársele del compromiso adquirido? Haciendo la cuenta de la vieja, después de vender/malvender, supongamos que por 300 m/?, de aproximadamente devolver 40 y, de condonar 50 (ambas cantidades a Soler) sólo quedarán 210, en lugar de los 450 ó 500 millones que valían y que, antes ó después, volverán a valer. ¿Venden ó malvenden? Si tuviéramos información, podríamos juzgar por nosotros mismos. Su falta, solo genera sospechas. El oscurantismo al poder.
¿Por cuántos millones, con qué plazos de pago, cuándo, a quién y, sobre todo, por cuántos años y en qué proporción, en lo referente a su aprovechamiento, va a ceder/malceder los derechos de explotación de los recursos que generará el terciario del nuevo Mestalla? ¿Se percata usted de que, para optar a títulos deportivos, si no contamos con esos recursos, o con gran parte de ellos, nuestra cuenta de explotación será siempre negativa y en pocos años estaremos, de nuevo, endeudados hasta las cejas? Alega usted que eso no será así porque en uno o dos años, nuestro presupuesto será de 200 millones (excluyendo ventas extraordinarias) y no será deficitario. ¿Por qué no explica como lo va a conseguir? Pero partida por partida. El maná de Soler era el nuevo estadio y la venta del suelo del actual Mestalla, pero se le rompió el cántaro. ¿Será usted una nueva lechera, o nos va a sorprender con una gestión impecable -¡ojalá!- y sobre todo, transparente? En cuanto a lo segundo, va usted por mal camino Sr. presidente.
En vez de, ó además de, vender/malvender y ceder/malceder, ¿porqué no refinancia a largo plazo la deuda? A lo mejor es, porque para ello hace falta un plan de viabilidad en el que figure, entre otras cosas, como generar, anualmente, muchos más ingresos, propios y atípicos (algunos saben como, pero ¿y usted?) y con ese proyecto, convencer a las entidades bancarias de que el riesgo que corren con esa refinanciación es asumible. ¿Ó quizás a usted le seduce más vender/malvender y ceder/malceder? Quiero, más que eso, necesito, creer que no.
Me cuentan que, años ha, el presidente de una SA de ámbito industrial, que tenía dificultades financieras, recibió dos ofertas de sendas compañías (me he permitido variar las cifras), en el sentido de comprarle unos terrenos que la SA poseía, gracias a cuya venta solucionaría la delicada situación económica de la empresa. La primera era de 300 m/?. La segunda, de 300 m/? para la SA, más 40 millones para él, pagaderos "de forma velada". Aquí, el que no corre vuela. Aquel señor preguntó al primer ofertante, si esa era la cifra final, si no podían elevarla un poco más. Y le dijeron que, sintiéndolo mucho, ese era su tope. Y solo entonces, casi a regañadientes, optó por negociar con los ventajistas y les contestó que no aceptaba 300 + 40, pero que estaba dispuesto a vender por 325 m/?. Todos para la SA. Y para él nada. Y cerraron el trato.
¿Saben por qué actuó así aquel Presidente? Por dos motivos. En primer lugar por ética. Y en segundo, porque, además de presidente, era el máximo accionista de la SA. Y no necesitaba dinero sucio, ni para comprar acciones, ni para ninguna otra cosa Y solo le preocupó el futuro de la sociedad y el de sus empleados. Todos los millones de euros para sanear. Y no 300, sino 325. ¡Con un par! Y a dormir con la conciencia tranquila. Aún existen personas, desgraciadamente cada vez menos, a las que los remordimientos no les dejan conciliar el sueño. Si la mayoría de presidentes de SA actuaran igual, desaparecerían los pagos inmorales. Me refiero a los que se aceptan, a veces hasta se exigen, siendo juez y parte. La honestidad no está de moda. En cambio, la codicia y el desahogo de algunos, son el pan nuestro de cada día. Triste condición. Humana, pero triste.
acusació velada... o me'l pareix a mi.