Valencia
Soriano se convierte en dueño del Valencia
El empresario, con el apoyo económico de un grupo inversor anglosajón, se hace con el 51% de las acciones tras comprar los títulos a Juan Soler y Vicente Silla El acuerdo incluye la compra de los terrenos de Mestalla, la reanudación de las obras del nuevo estadio y tiene como objetivo frenar la próxima ampliación de capital
5 de julio de 2009
VIAJE DE IDA Y VUELTA. Vicente Soriano, hace un mes, cuando salía del estadio valencianista. /EFE/MANUEL BRUQUE
PEDRO CAMPOS.-
«Esta es la última comparecencia, de momento, de don Vicente Soriano». Esta frase, expresada por el director de Comunicación, Damià Vidagany, el 4 de junio, ahora recobra valor. El empresario se vio abocado a salir de la entidad tras no poder vender las parcelas, pero se fijó en su mente que la venganza se sirve en plato frío. Y justo un mes después lo ha cumplido.
Soriano, que compró recientemente las acciones a Juan Soler (el 37% del total de los títulos del club) y a Vicente Silla (el 4%), se ha hecho con la mayoría accionarial del Valencia con el apoyo económico de un grupo inversor anglosajón, al que se adscriben ciudadanos norteamericanos y suizos.
«He reunido en torno a una empresa en propiedad el 51% de las acciones del Valencia», manifestó Vicente Soriano a LAS PROVINCIAS en la tarde de ayer. Sus 20.000 acciones más las 75.000 de Soler y las 5.000 de Silla.
La operación se cerró en la notaría de Manuel Ángel Rueda. Fue a las 17.30 horas, aunque por la mañana ya se dieron cita en el despacho tanto Soriano como los inversores. Con este vuelco, la entidad sufrirá una nueva regeneración, ya que la intención es que el empresario vuelva a ocupar el sillón presidencial, del que sacaría a Manuel Llorente, aunque para ello habrá que indemnizarle, ya que su contrato como responsable ejecutivo estaba blindado.
Soriano prevé explicar mañana todo el proyecto en una rueda de prensa. En ella anunciará que lo primero que hará es solicitar una junta general extraordinaria con el objetivo de tomar por completo el control del Valencia. Este cambio accionarial se produce a las puertas de una ampliación de capital social por un total de 92 millones de euros. El futuro de esta operación, como del resto de acciones tomadas por el actual consejo, se convierten en una incógnita, aunque
fuentes cercanas a Soriano indicaban que su objetivo es frenar la emisión de títulos.
Si por una cuestión de plazos -
el miércoles comienza la ampliación- es imposible pararla, el grupo que apoya a Soriano está dispuesto a hacer una fuerte inversión para mantener su poder accionarial. El actual consejo lo tenía todo atado para cubrir el 100% del capital. Ahora todo cambia.
Y es que, además,
por fin se acaba uno de los quebraderos de cabeza del Valencia. El acuerdo que se alcanzó ayer
incluye la venta de los terrenos de Mestalla. De esta forma
se libera a Soler del dinero que adelantó (unos 40 millones) y se consigue una cantidad con la que cancelar el crédito de 240 millones que se tiene con Bancaja, principal acreedor del Valencia.
La imposibilidad de vender el solar fue lo que llevó a Soriano a tener que abandonar el club. Pero a sus allegados les dejó claro que desde fuera intentaría restablecer su honor consiguiendo alguna empresa que se hiciera el ánimo de quedarse el solar de la avenida de Aragón. Lo intentó con una multinacional holandesa, posteriormente fue Arena Media quien se interesó y
ahora han sido ciudadanos anglosajones los valientes.
Y del viejo estadio, al nuevo. La intención es reanudar cuanto antes las obras. Con el dinero logrado por la venta de los terrenos y con el poder económico del grupo inversor, los obreros volverán a ponerse el mono de faena.
De esta forma, además, se paraliza la idea de abrir el coliseo sin estar terminado del todo, como había negociado Llorente con el arquitecto Mark Fenwick. La idea es que se acabe cuanto antes y de forma completa, evitando parches.
Con los nuevos dueños, además, se producirá una revolución absoluta en la entidad. «Habrá una jornada de puertas abiertas», decía ayer un allegado a la negociación. Este mensaje indica que
muchos de los actuales responsables del club irán fuera. El primero al que Soriano intentará quitarse de en medio es a
Fernando. La relación entre ambos quedó muy dañada cuando el ex futbolista se reunió con Bancaja para analizar el futuro del Valencia.
Soriano se sintió traicionado y desde ese momento su contacto se convirtió en nulo.
Los nervios afloraron ayer por Valencia.
Manuel Llorente y Javier Gómez estaban de boda. Los móviles no dejaron de sonar, aunque
el entorno del actual presidente indicó que este ya se esperaba un movimiento en este sentido, sobre todo cuando la ampliación de capital estaba tan cerca. Estas mismas fuentes indicaron que
Llorente no tiene pensado dimitir y apremiaba a Soriano a que fuera a Bancaja -con quien no quedó demasiado bien- a explicar el proyecto. Por cierto,
Villa también se enteró del tsunami valencianista en una boda. ¡Vivan los novios!