Cada uno puede decir lo que quiera, aquí no se impone nada a nadie (aunque es cierto que alguno parece intentar imponer su catecismo o cercenar la libertad de los demás). Dicho eso, hay hechos objetivos que no admiten debate, porque son irrefutables.Mata19 escribió:Vamos a ver que ni yo ni creo que atv,apoyamos la gestion ni la forma de manejar el club,pero no por eso,o porque vosotros querais vamos a decir que el equipo es malo.
Porque para mi,y para el segun los comentarios,para solo jugar la liga tenemos un buen equipo que con dos retoques puede dar guerra,que aqui algunos empezais con que vamos a bajar a segunda,señores que el valencia este año tendra el 4 o 5 presupuesto de la liga,asi que almenos respetad a quien le parezca que hay un buen equipo,que podria ser mejor indudablemente,pero yo no voy a decir que es una mierda de equipo,porqie no lo pienso.
1º - Estamos vendiendo titulares. Y no sólo titulares, sino jugadores importantísimos, en los últimos años. Garay, Parejo, Coquelin o Rodrigo han sido fijos en el 11 y pesos pesados del vestuario. Te gustaran más o menos o fueras más devoto de unos que de otros lo cierto es que todos ellos eran columna vertebral. Y ojo que la fiesta puede seguir, porque ni Maxi ni Paulista tenemos garantizado que sigan.
2º - La bajada en presupuesto y en inversión en fichajes es evidente. También irrefutable. No sólo pagaremos mucho menos en fichas (cosa que aplaudo, aunque en esto desarrollaría más la cuestión si tuviera tiempo) sino que pagaremos mucho menos en traspasos. Que si Capoue cedido, que si Mayoral sólo parte de su % de propiedad, que si Yangel cedido...lo que suena y los vientos que llegan son de inversión muy escasa. Y una inversión escasa siempre lleva acarreado que lo que llegue podrá salir bien mal o regular, pero lógicamente la seguridad es menor porque accedes a jugadores de menos garantía o potencial.
3º - Tras sacar a 5 titulares del 11 y veremos si sale alguno más, de momento no ha llegado nadie. Nadie. Algunos jovencitos que ya eran tuyos y estaban cedidos por ahí, aprendiendo a afeitarse. Eso implica que gente sin experiencia o de solvencia no reconocida va a pasar a ser titular. Sí o sí. Y eso, acabe saliendo bien o acabe saliendo mal, es un riesgo evidente. Y me da igual cómo nos venda la prensa cortesana el asunto y cómo de grande te pinten a Capoue o Capoua y cuántas veces nos digan que su experiencia es descomunal y su feeling con Gracia superior al de su mujer. 1, 2 o 3 fichajes de "garantías" no te van a suplir a 5 salidas (y ya veremos cuantas a final de ventana de mercado) de Coquelines o Rodrigos, cuyas garantías sí teníamos por seguras. Por lo tanto el componente de riesgo, de nuevo, vuelve a aparecer.
Todos hemos visto al Valencia ganar la liga tras fichar una lámpara y un sofá, que nadie conocía, en los últimos días del mercado. Se puede hacer un buen equipo y un temporadón, con inversiones mucho menores que los gastos descomunales que veníamos haciendo. Es posible. Pero que nadie me venda la moto de que es cojonudo vender a Rodrigo porque cobra mucho y quedarse con su suplente, Gameiro, que cobra igual o más y rinde la mitad. O que es genial sacar a Garay por viejo y caro pero mola quedarse a Mangala, que se ve que es joven y barato. Y todo para que el que se juegue los cuartos sea Guillamón, o el que haya de llegar, porque Mangala no está ni para la liga de miércoles de El Planter.
Todos queremos ver al Valencia arriba, pero el desastre es absoluto y la desgestión resulta evidentísima. Y si los resultados deportivos han sido pobretongos pese a que en estos 6 años hemos invertido más que en los 20 años precedentes y hemos pasado a pagar fichas que antes nunca hubiéramos soñado pagar, ¿qué podemos esperar de la misma desgestión, pero invirtiendo la mitad?. Pues la respuesta obvia es que poca cosa. Al menos de entrada. Al menos hasta que los sueños en que Gracia mute en Sacchi y que Racic y cía exploten todos a la vez y resulten incluso mejores que los que hemos vendido se cumplan. Porque este año, creer es más cosa de fe que nunca. Y todos tenemos fe, aunque sea en lo profundo del corazón. Todos. Pero eso no quita para que el contexto sea el que es y para que en ese contexto hayan realidades, que como digo no admiten debate. Son como son.