hoeman escribió:
Personalmente, opino que muchos de los valores del cristianismo convierten a uno en mejor persona. Ojo, no defiendo la Iglesia, ni a el Papa, ni a muchos de los que dicen hablar en nombre de Jesus, ni a los fanáticos radicales, ni a los que justifican guerras por la religión. Defiendo la parte espiritual y humana del cristianismo. Si Dios existe o no es cosa de cada individuo, uno es lícito de creer o no creer, no hay que desestimar que al fin y al cabo, creer en algo es una razón más para vivir. Una fortaleza si se enfoca de la manera adecuada. Hay que respetar y aprender de la multiculturalidad, coger lo bueno de cada cultura, y si se está por la labor, hacer ver lo que no te gusta de cada una de éstas. Lo que no se puede es blasfemar y soltar espuma por la boca porque tú no creas en ella. Puede parecerte lo más lógico del mundo pensar que Dios no existe -ya que no se ha probado ni nunca se va a probar-, pero deja a los demás la libertad de pensar como quieran, mientras sea de forma respetuosa.
Dicho esto, a mí los fanáticos religiosos o antireligiosos (los englobo en el mismo grupo) me resultan odiosos.
Los cojones.
Confundes, como la mayoría de la población iletrada (iletrada en términos religiosos),
cristianismo con
humanismo cristiano.
El cristianismo es una sarta de barbaridades donde la intolerancia, la desigualdad entre los seres humanos, la crueldad, el poco respeto a la ciencia, el dogma de fe (como opuesto a la búsqueda de la verdad) y la falta de libertad personal, campan por sus respetos.
Primero:
se acepta el Antiguo Testamento como tal. Quien quiera que se lea ese hatajo de obscenidades en donde se acepta el ninguneo (que no ningunización) de amplios grupos de población (mujeres, esclavos y extranjeros), se fomenta el odio por el diferente, y se antepone el salvajismo a la comprensión.
Segundo:
La historia de la Iglesia no es posible borrarla de un tirón. No es que hable de Cruzadas, quema de herejes, masacres de judíos, indios y demás; ni siquiera hablo del poder temporal de la Iglesia (cuando lo tuvo) y todas las desgracias que causó. Hablo de cosas más cercanas: apoyo al franquismo.
Tercero:
Cristianismo no es igual a Catolicismo. Aunque haya ahora un soplo de ecumenismo en la Iglesia Católica actual, la intolerancia es bastante exstente en muchas iglesias protestantes.
El humanismo cristiano, que data de fines del XIX, es un intento de incorporar las doctrinas racionalistas, e incluso ateas, del XVII y XVIII para sobrevivir. Pero eso, de hecho, va contra la esencia misma del Cristianismo.
Y no voy a escribir más sobre esto. Podría estar días. Pero quien quiera saber más, que lea.