Uno es de uno que tituló un artículo con un "Pobre Villa" cuando no le dejamos fichar por el Madrid
Y otro de uno que publicó un "Llorente ¿Ahora qué pasa?" por el mismo motivo.El esperpento de Marchena
Pablo López
Sí, digo bien, porque todos nos quedamos con el inescondible manotazo a la pelota, pero unas milésimas de segundo antes, le pega un punterazo en la pierna al Kun. En total, dos claras faltas en la misma jugada. Tarjeta -amarilla o roja, casi da igual porque ya tenía una en el primer minuto tras una incomprensible entrada en el centro del campo- como un piano. En definitiva, expulsado.
Aunque, en mi opinión, lo más grave de esa jugada es lo futbolístico. Es decir, que un tipo con mil batallas en su haber -aunque parecía debe- se complique la vida en su frontal delante del Kun me parece demasiado peligroso. Que no tenga las horas de vuelo suficientes como para dar un patadón y mandarla lo más lejos posible es sangrante. Que te la quite Agüero es normal, que te amague dentro del área también lo es, que le tengas que hacer dos penaltis es el último recurso. La culpa es tuya, campeón. No de Pérez Burrull -que estuvo francamente desatinado, pero que acertó en esa jugada-, ni, por supuesto, del cuarto árbitro. El único juez en el Calderón que impartió justicia. Penalti y Marchena a la calle.
Después, los aspavientos, los brazos al aire, los gritos, las palmaditas en el moflete señalando al único que había estado acertado es terrorífico. El cuarto árbitro tiene mucha cara. Tiene narices. No me sirve como justificación que todos lo hacen. Es un teatro repuganante y, a mi juicio, motivo de sanción.
Y no me pondré en plan demagógico diciendo que este chico -de nombre Jorge Figueroa Vázquez- tiene familia que han visto cómo un tipo sale por la tele acusándole de ser un jeta. No. Simplemente me da grima porque el único culpable en esa jugada es Carlos Marchena. En lo futbolístico y en lo otro. Porque, repito, si no hubiera hecho esa peligrosa entrada en el primer minuto de juego no hubiese estado en el alambre al primer fallo. Estas cosas hacen daño al fútbol español y no deberían permitirse. Las haga Marchena, Maradona o Pelé.
Pienso en el Mundial. Los antecendentes eurocoperos salvan a Marchena, pero sus bloqueos mentales me meten miedo. Don Vicente sabrá lo que hace...
Es decir, que el primer subnormal ya pone en duda la internacionalidad de Marchena por la payasada de ayer. Y el otro nos llama llorones cuando nadie aquí se ha quejado del arbitraje, y más cuando solo escribe de nosotros para ponernos a parir.Decepcionante Valencia
Juan José Anaut.
Aparte del despliegue ofensivo que realizó el Atlético y del esperpento de Pérez Burrull, me gustaría destacar una tercera visión del partidazo del Calderón. Ésta no es otra que la triste actuación del tercer clasificado de la Liga BBVA, el Valencia, que confirmó lo que me temía desde un principio: este campeonato es cosa de dos y los demás están a años luz.
Mucho le echan en cara a Jiménez su racanería en el juego, pero lo de Emery es todavía peor. Con un equipazo como el que tiene de mediocampo hacia arriba (Banega, Silva, Pablo Hernández, Mata, Joaquín, Villa, Zigic, Vicente, 'Chori' Domínguez...) es lamentable que haga esa puesta en escena. Y no me sirve de excusa que su equipo se quedara con diez en el Calderón por muchos motivos.
Primero porque hasta la justa expulsión de Marchena el Atlético había sido muy superior y sólo por la ineptitud de Pérez Burrull el Valencia mandaba en el marcador a pesar de haber salido metido atrás y esperando una contra salvadora. Segundo porque si aspiras a plantar cara los líderes o al menos a ser tercero e ir directo a la Champions no puedes pensar sólo en dejar tu puerta a cero y tener a tus interiores más pendientes de defender que de atacar. Para eso es mejor que saques otros dos laterales en el centro del campo, al menos será más efectivo porque Mata y Joaquín ni defendieron ni atacaron.
Tercero, por mucho que tengas al Pichichi en tu equipo, si juega más solo que la una arriba será un milagro que pueda cazar una. El asturiano es un crack, pero más peligroso sería si su compañero más cercano estuviera unos metros más arriba. La prueba es que el 'Guaje' ni la olió y se desesperó tanto que acabó intentando un gol desde el centro del campo cuando el portero estaba bajo palos.
Cuarto, no te puedes presentar en el Calderón como un equipo de segunda fila, con tu portero perdiendo tiempo cuando falta una hora de partido. Ni siquiera la expulsión de un jugador sirve de excusa para convertirse en un equipo pequeño cuando tienes internacionales a porrillo en el césped.
Quinto, no puedes permitir que un jugador internacional como Marchena juegue tan desquiciado o tan desconcentrado. La entrada que hace al minuto de juego en una banda a un jugador que está de espaldas y la 'Pereada' que se pega con desafortunado control ante el 'Kun' y posterior mano dentro del área no son de recibo. En un Mundial te pueden costar muy caro.
La conclusión de la visita del Valencia al Manzanares confirma, como decía, que no hay más que Barcelona y Real Madrid. Que nuestra Liga esta temporada puede batir récords de distancia entre los grandes y el resto y me temo que eso no es bueno para la salud de nuestro fútbol. A los últimos resultados de Champions y Europa League me remito.
P.D. Evidentemente es duro asumir que acabas un partido con nueve y que el árbitro, después de tragarse tres penaltis, dos de ellos clamorosos, rectifica en uno por la apreciación del cuarto árbitro y te cuesta una de las expulsiones y el empate a uno. Sin embargo, más difícil habría sido asumir que el cuarteto arbitral (ojo, el cuarto árbitro forma parte del equipo arbitral) te dejase sin señalar tres penaltis a pesar de que uno de sus miembros viera con claridad una de las acciones, permitiera que un futbolista que tenía que ser expulsado continuara en el campo y probablemente perdieras un partido que merecías ganar. Así que creo que los valencianistas deberían reflexionar y, más que enfadarse con el árbitro por ayudarles sólo en dos jugadas decisivas y no en tres, admitir que con ese juego no se puede ser aspirante... salvo que los demás fallen.