Pequeño rincón literario
- Patchouli
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Re: Pequeño rincón literario
Yo estoy terminando La broma, que es lo primero que leo de Kundera (también es su primera novela), y me está encantando, es impresionante.
-
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Re: Pequeño rincón literario
Yo estoy ahora con: El nombre del viento. El autor es Patrick Rottfush, es su primera novela..y esta bastante bien, crea un mundo digno de cine, estilo señor de los anillos pero sin que encuentres semejanzas.
- Gartenzwerg
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Re: Pequeño rincón literario
La mejor critica del Simbolillo extraviado que podais encontrar:
http://larealidadestupefaciente.blogspo ... do-de.html
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- heaven
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Re: Pequeño rincón literario
REPORTAJE
El lenguaje mudo
Los libros son mucho más que objetos animados. Representan una forma de hablar y de comunicar, son un método infalible para dirigirse al mundo. Siempre que se regala un libro, se dicen muchas cosas en voz baja, a veces en voz alta.
LEILA GUERRIERO 10/12/2009
'El lenguaje mudo' es un reportaje del suplemento 'Babelia' del 12 de diciembre de 2009.
Piensa esto: piensa que lo primero que supo acerca de los libros fue, allá en la infancia, que así como había baños para niñas y baños para niños, había libros para niñas -Mujercitas- y libros para niños -Colmillo blanco, El faro del fin del mundo- que eran, precisamente, los libros que ella leía y que despertaban, en los adultos, una mirada de caritativa sospecha, como si leer libros sobre fareros y hombres en tierras de lobos pudiera convertirla, a ella, en farero, en hombre, en lobo. Piensa eso la mujer en el vagón del metro mientras intenta ocultar la portada del libro que lleva sobre la falda. El libro es de una autora respetable -Melissa Bank- pero tiene un título sospechoso -Manual de caza y pesca para chicas- y la mujer no quiere que nadie crea que ella es lo que ese título podría sugerir: una mujer en busca de marido siguiendo, para eso, las indicaciones de un tomo de autoayuda. En la infancia, piensa, era más fácil: había libros para niños y libros para niñas, y el que leía mucho podía parecer un poco raro, pero la lectura no era -además de un placer- especulación, carnet de club: señal de pertenencia.
***
Todo lector es dueño de un lenguaje encriptado que delínea las fronteras de su reino. En ocasiones ese lenguaje es fácil de entender y las fronteras del reino casi obvias: no es lo mismo decir Paulo Coelho que Mario Levrero; Sidney Sheldon que John Banville; La fortaleza digital que Yo el supremo; Isabel Allende que Grace Paley. Pero en ocasiones el lenguaje se pone muy sutil y entonces tampoco es lo mismo decir El palacio de la luna, de Paul Auster, que El libro de las ilusiones, de Paul Auster; ni decir Coetzee que Sándor Márai; ni decir Salinger y Bukowsky que DeLillo y Pynchon; ni decir Pedro Páramo que Cien años de soledad.
La mujer del vagón tiene su propio lenguaje encriptado, pero se pregunta si será o no un prejuicio pensar que no hay excepciones a la regla que dice que nada bueno puede esperarse de quien responda "Juan Salvador Gaviota" a la pregunta "¿Cuál es tu libro favorito?".
***
Alguien parece interesante. De pronto dice "¿Leíste El Código Da Vinci?".
Alguien parece interesante. De pronto dice: "Estoy descubriendo a un autor buenísimo. Se llama Paul Auster. ¿Lo conocés?".
Alguien se asombra: "¿Hermann Broch? ¿No será Brecht?".
Alguien tiene una enorme biblioteca de libros fabulosos y se nota, enormemente, que jamás ha tocado uno solo de todos esos libros fabulosos.
Alguien, en medio de una reunión banal, siente, de pronto, necesidad de declamar no soy de aquí, no pertenezco, y contrabandea nombres como Georges Perec, Stefan Zweig, Yasunari Kawabata, y tuerce la boca con desprecio cuando alguien dice "Murakami".
Alguien deja sobre la mesa de la sala, simulando una pila casual, una novela de Bolaño, un comic de Art Spiegelman, dos ejemplares del New Yorker, un libro de fotos de Diane Arbus.
Alguien responde, a la pregunta por su libro favorito, "El cazador oculto". Alguien piensa que es una respuesta obvia: un típico título de principiante.
Alguien responde, a la pregunta por su libro favorito, "El país de las sombras largas", y alguien piensa "Ada o el ardor", pero no dice nada, y sonríe, y siente que está bien: que no le importa.
Alguien entierra, tapia, esconde sus libros para salvarlos de la perdición: del fuego.
La mujer, ahora, se pregunta en qué momento los libros se transforman en banderas: en declaraciones de principios.
***
Libros, instrucciones de uso: declarar en público que no se ha leído el Ulises y mucho menos En busca del tiempo perdido (eso, que era antes inconfesable, ahora se lleva mucho porque habla a las claras de alguien que ha leído tanto que puede declamar esa ignorancia sin ser tildado de bestia). No decir nunca nada malo sobre La conjura de los necios, de John Kennedy Toole (la misma regla es válida para cualquier título de Hunter Thompson, si se está en compañía de periodistas jóvenes). Evitar las siguientes discusiones, por peligrosas, con parejas queridas o amigos entrañables: a favor o en contra de American Psycho, de Breat Easton Ellis; a favor o en contra de Las partículas elementales, de Michel Houellebecq; a favor o en contra de Las Correcciones, de Jonathan Franzen; a favor o en contra de Las benévolas, de Jonathan Littell. Mencionar, en cualquier reunión, al menos una vez a Berger, a Sebald, a Pessoa. Decir, cuando se tenga ocasión, que Sándor Márai es aburrido. Decir, con la vista perdida en el fondo de un vaso, que Truman Capote era manipulador. Decir, con un suspiro, que las novelas de Cortázar envejecieron mal, pero que en cambio, ah, sus cuentos.
La mujer se pregunta por qué todos los fotógrafos argentinos parecen haber leído Zen en el arte del tiro con arco, del alemán Eugen Herrigel; todos los arquitectos chilenos a Rimbaud; todos los músicos latinos a Castaneda. Se pregunta de dónde vienen, en qué momento se aprenden esas reglas.
***
Sea como fuere, esto sucede una y otra y otra vez: la felicidad infantil de sumergirse en una conversación inesperada con un completo desconocido para descubrirse, horas después -y bajo toneladas hipercalóricas de "¿Leíste a tal?" "¡Si! ¿Y leíste a tal?" "¡Sí! Y leíste a tal?"- pensando que ese, sí, es el comienzo de una gran amistad.
Y, sea como fuere, esto sucede, una y otra y otra vez: la felicidad íntima de coincidir en Lorrie Moore, en Julio Ramón Ribeyro, en Rohinton Mistry, en Scott Fitzgerald, en los siete pilares y en toda su sabiduría y entender -una y otra y otra vez- que todos esos libros no son una lista arbitraria de amores y rechazos, una demostración de habilidades, la insidiosa bruma de un prejuicio, sino la contraseña que permite reconocer a otro habitante de una patria terca en la que, de todos modos, nunca ha vivido mucha gente. Y quizás, piensa la mujer, por eso importa. Porque los libros son una forma de decir no me confundan. Esta soy yo. En estas cosas creo. Esta es mi patria.
El lenguaje mudo
Los libros son mucho más que objetos animados. Representan una forma de hablar y de comunicar, son un método infalible para dirigirse al mundo. Siempre que se regala un libro, se dicen muchas cosas en voz baja, a veces en voz alta.
LEILA GUERRIERO 10/12/2009
'El lenguaje mudo' es un reportaje del suplemento 'Babelia' del 12 de diciembre de 2009.
Piensa esto: piensa que lo primero que supo acerca de los libros fue, allá en la infancia, que así como había baños para niñas y baños para niños, había libros para niñas -Mujercitas- y libros para niños -Colmillo blanco, El faro del fin del mundo- que eran, precisamente, los libros que ella leía y que despertaban, en los adultos, una mirada de caritativa sospecha, como si leer libros sobre fareros y hombres en tierras de lobos pudiera convertirla, a ella, en farero, en hombre, en lobo. Piensa eso la mujer en el vagón del metro mientras intenta ocultar la portada del libro que lleva sobre la falda. El libro es de una autora respetable -Melissa Bank- pero tiene un título sospechoso -Manual de caza y pesca para chicas- y la mujer no quiere que nadie crea que ella es lo que ese título podría sugerir: una mujer en busca de marido siguiendo, para eso, las indicaciones de un tomo de autoayuda. En la infancia, piensa, era más fácil: había libros para niños y libros para niñas, y el que leía mucho podía parecer un poco raro, pero la lectura no era -además de un placer- especulación, carnet de club: señal de pertenencia.
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Todo lector es dueño de un lenguaje encriptado que delínea las fronteras de su reino. En ocasiones ese lenguaje es fácil de entender y las fronteras del reino casi obvias: no es lo mismo decir Paulo Coelho que Mario Levrero; Sidney Sheldon que John Banville; La fortaleza digital que Yo el supremo; Isabel Allende que Grace Paley. Pero en ocasiones el lenguaje se pone muy sutil y entonces tampoco es lo mismo decir El palacio de la luna, de Paul Auster, que El libro de las ilusiones, de Paul Auster; ni decir Coetzee que Sándor Márai; ni decir Salinger y Bukowsky que DeLillo y Pynchon; ni decir Pedro Páramo que Cien años de soledad.
La mujer del vagón tiene su propio lenguaje encriptado, pero se pregunta si será o no un prejuicio pensar que no hay excepciones a la regla que dice que nada bueno puede esperarse de quien responda "Juan Salvador Gaviota" a la pregunta "¿Cuál es tu libro favorito?".
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Alguien parece interesante. De pronto dice "¿Leíste El Código Da Vinci?".
Alguien parece interesante. De pronto dice: "Estoy descubriendo a un autor buenísimo. Se llama Paul Auster. ¿Lo conocés?".
Alguien se asombra: "¿Hermann Broch? ¿No será Brecht?".
Alguien tiene una enorme biblioteca de libros fabulosos y se nota, enormemente, que jamás ha tocado uno solo de todos esos libros fabulosos.
Alguien, en medio de una reunión banal, siente, de pronto, necesidad de declamar no soy de aquí, no pertenezco, y contrabandea nombres como Georges Perec, Stefan Zweig, Yasunari Kawabata, y tuerce la boca con desprecio cuando alguien dice "Murakami".
Alguien deja sobre la mesa de la sala, simulando una pila casual, una novela de Bolaño, un comic de Art Spiegelman, dos ejemplares del New Yorker, un libro de fotos de Diane Arbus.
Alguien responde, a la pregunta por su libro favorito, "El cazador oculto". Alguien piensa que es una respuesta obvia: un típico título de principiante.
Alguien responde, a la pregunta por su libro favorito, "El país de las sombras largas", y alguien piensa "Ada o el ardor", pero no dice nada, y sonríe, y siente que está bien: que no le importa.
Alguien entierra, tapia, esconde sus libros para salvarlos de la perdición: del fuego.
La mujer, ahora, se pregunta en qué momento los libros se transforman en banderas: en declaraciones de principios.
***
Libros, instrucciones de uso: declarar en público que no se ha leído el Ulises y mucho menos En busca del tiempo perdido (eso, que era antes inconfesable, ahora se lleva mucho porque habla a las claras de alguien que ha leído tanto que puede declamar esa ignorancia sin ser tildado de bestia). No decir nunca nada malo sobre La conjura de los necios, de John Kennedy Toole (la misma regla es válida para cualquier título de Hunter Thompson, si se está en compañía de periodistas jóvenes). Evitar las siguientes discusiones, por peligrosas, con parejas queridas o amigos entrañables: a favor o en contra de American Psycho, de Breat Easton Ellis; a favor o en contra de Las partículas elementales, de Michel Houellebecq; a favor o en contra de Las Correcciones, de Jonathan Franzen; a favor o en contra de Las benévolas, de Jonathan Littell. Mencionar, en cualquier reunión, al menos una vez a Berger, a Sebald, a Pessoa. Decir, cuando se tenga ocasión, que Sándor Márai es aburrido. Decir, con la vista perdida en el fondo de un vaso, que Truman Capote era manipulador. Decir, con un suspiro, que las novelas de Cortázar envejecieron mal, pero que en cambio, ah, sus cuentos.
La mujer se pregunta por qué todos los fotógrafos argentinos parecen haber leído Zen en el arte del tiro con arco, del alemán Eugen Herrigel; todos los arquitectos chilenos a Rimbaud; todos los músicos latinos a Castaneda. Se pregunta de dónde vienen, en qué momento se aprenden esas reglas.
***
Sea como fuere, esto sucede una y otra y otra vez: la felicidad infantil de sumergirse en una conversación inesperada con un completo desconocido para descubrirse, horas después -y bajo toneladas hipercalóricas de "¿Leíste a tal?" "¡Si! ¿Y leíste a tal?" "¡Sí! Y leíste a tal?"- pensando que ese, sí, es el comienzo de una gran amistad.
Y, sea como fuere, esto sucede, una y otra y otra vez: la felicidad íntima de coincidir en Lorrie Moore, en Julio Ramón Ribeyro, en Rohinton Mistry, en Scott Fitzgerald, en los siete pilares y en toda su sabiduría y entender -una y otra y otra vez- que todos esos libros no son una lista arbitraria de amores y rechazos, una demostración de habilidades, la insidiosa bruma de un prejuicio, sino la contraseña que permite reconocer a otro habitante de una patria terca en la que, de todos modos, nunca ha vivido mucha gente. Y quizás, piensa la mujer, por eso importa. Porque los libros son una forma de decir no me confundan. Esta soy yo. En estas cosas creo. Esta es mi patria.
- hoeman
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Re: Pequeño rincón literario
Encuentro un poco confuso el reportaje, aunque creo que capto lo que quiere decir.

Tiene casi la extensión de un libro...La mejor critica del Simbolillo extraviado que podais encontrar:
http://larealidadestupefaciente.blogspo ... do-de.html

- Drakul
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Re: Pequeño rincón literario
Es muy bueno, lo leí por segunda vez hace poco. De todas formas mi favorito sigue siendo el libro de los amores ridículos y su libro mas pesado el mas famoso, la insoportable levedad del ser.Guárdame las vacas escribió:Yo estoy terminando La broma, que es lo primero que leo de Kundera (también es su primera novela), y me está encantando, es impresionante.
- LOBO
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Re: Pequeño rincón literario
Por cierto, se me olvidó comentarlo, ya terminé Jonathan Strange y Mr. Norrel, y la verdad es que me ha gustado. Es curioso que una novela con un título tan anodino sea un despliegue de inventiva tan espectacular. Una novela fantástica que parece una novela histórica y a la vez una novela costumbrista y de época, a ratos con un argumento un poco ingenuo, pero que funciona. La verdad es que el trabajo de la autora es colosal, minucioso y brillante. La tercera parte es la mejor narrativamente hablando, pero todo el libro es entretenido, una gran novela que merece la pena a pesar de ser un tochaco importante. No me gusta la literatura fantástica, pero llevo dos casi seguidas que me han gustado. No me importaría repetir.Gartenzwerg escribió:Señoras y señores aficionados (o no) a la fantasia. Ante ustedes una obra maestra:
JONATHAN STRANGE Y EL SEÑOR NORRELL
Hacia tiempo que no leia algo de fantasia tan sumamente bueno, bien contado y bien argumentado en su contexto historico. Una maravilla!!!
alabar2. alabar2. alabar2.
Gracias por la recomendación Gartz.

- hoeman
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Re: Pequeño rincón literario
TRAINSPOTTING-IRVINE WELSH

Tenía ganas de leerlo y no ha decepcionado. Los suburbios y peripecias de personajes varios vistos desde su prisma particular, muy alejado de lo políticamente correcto. "Sketches" con pensamientos, situaciones realmente asquerosas y a la vez divertidas. Una verdadera sátira de la sociedad y sobretodo de la condición humana que va mucho más allá del lenguaje "callejero" y soez que el autor utiliza.

Tenía ganas de leerlo y no ha decepcionado. Los suburbios y peripecias de personajes varios vistos desde su prisma particular, muy alejado de lo políticamente correcto. "Sketches" con pensamientos, situaciones realmente asquerosas y a la vez divertidas. Una verdadera sátira de la sociedad y sobretodo de la condición humana que va mucho más allá del lenguaje "callejero" y soez que el autor utiliza.
- Foratti
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Re: Pequeño rincón literario
Lo tengo en mi lsita de adquisiciones, el que tengo en la recamara para cuando termine de leer "La conjura de los necios" es "Escoria", de Irivine Wels también. Pinta muy bien.hoeman escribió:TRAINSPOTTING-IRVINE WELSH
Tenía ganas de leerlo y no ha decepcionado. Los suburbios y peripecias de personajes varios vistos desde su prisma particular, muy alejado de lo políticamente correcto. "Sketches" con pensamientos, situaciones realmente asquerosas y a la vez divertidas. Una verdadera sátira de la sociedad y sobretodo de la condición humana que va mucho más allá del lenguaje "callejero" y soez que el autor utiliza.
Y respecto a "La conjura de los necios"...me está pareciendo un pedazo de libro que va a entrar de lleno a mi top-10 de favoritos.
- haddock
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Re: Pequeño rincón literario
¿La del velatorio y la manta eléctrica es buena, eh? Por cierto, que gran trabajo hizo Danny Boyle con la adaptación cinematográfica.hoeman escribió:Situaciones realmente asquerosas y a la vez divertidas.
Sigue con "Porno", una seudocontinuación totalmente descacharrante.
- hoeman
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Re: Pequeño rincón literario
Aviso: spolierhaddock escribió: ¿La del velatorio y la manta eléctrica es buena, eh? Por cierto, que gran trabajo hizo Danny Boyle con la adaptación cinematográfica.
Sigue con "Porno", una seudocontinuación totalmente descacharrante.
La del velatorio fue brutal: me dejó boquiabierto y en estado de shock. También la venganza contra el sidoso hijodeputa...
Ya le he echado el guante a Porno. Por ahora -me he leído los primeros 4 sketches- no me está molando tanto como Trainspotting, quizá porque SickBoy no me cae del todo bien, ni tampoco me llega. Esperemos que den protagonismo a Begbie y Rentboy.
- Gartenzwerg
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Re: Pequeño rincón literario
Nocturna - Del toro y Cia
La gran chingada
... o como un comienzo esperenzador y diferente se convierte en un batiburrillo de topicazos vampiricos mezclados con Blade. Y el final deplorable hasta decir basta.
- haddock
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- Gartenzwerg
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Re: Pequeño rincón literario
Yo el otro dia recupere la lista del 2008... y habia pocos en la red, a ver si con esta hay ma suerte :D
- haddock
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Re: Pequeño rincón literario
Parece que el esperarme para comprar un e-lector tendrá premio: el 26 de enero Apple podría lanzar el cacareado iTablet, su apuesta para el sector del eBook.

Será algo así.

Será algo así.
- LOBO
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Re: Pequeño rincón literario
Mola icon_ojitoshaddock escribió:Parece que el esperarme para comprar un e-lector tendrá premio: el 26 de enero Apple podría lanzar el cacareado iTablet, su apuesta para el sector del eBook.
Será algo así.
pero supongo que debe ser la ostia de caro...
- haddock
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Re: Pequeño rincón literario
Entre 700 y 800 yuros, según rumores.
- LOBO
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Re: Pequeño rincón literario
joder .confundidohaddock escribió:Entre 700 y 800 yuros, según rumores.
precio prohibitivo, por 400 me lo pensaba.
- Gartenzwerg
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Re: Pequeño rincón literario
coño, eso no es un lector. Es un ordenata icon_bahh
- Blas
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Re: Pequeño rincón literario
Me estoy acabando Las luces de septiembre,de Carlos Ruiz Zafón y está chulo :)