hijos, pijos y crucifijos
Publicado: 15 May 2013 15:33
Os entresaco unas declaraciones a Lecturas de Tamara Falcó, hija de la Presley
Desde que descubrió la fe, su hermana Ana (Boyer) no solo recogió el testigo del glamour de su madre, sino que lo hizo declarando que ella, Tamara, ya no es como antes. Que ya no le gustan las fiestas. Que no es la misma.
De hecho, hasta sugirió que pensaba dejar el mundanal ruido y buscar refugio en los brazos de Dios. Que pensaba meterse a monja. Pero los hábitos no son para Tamara. Al menos, por ahora. Lo material, dice, le tira mucho. Demasiado. También desmiente que cobre dinerales (150.000 euros) por prestar su imagen a joyerías como Folli Follie aunque una alergia repentina la obligue a maquillarse más de lo debido. “C’est très faux”. Niega, pero en francés. Porque hasta para eso la Falcó Preysler tiene el chic subido porque el pavo, afirma, ya lo ha pasado. “Tengo 31 añitos. No soy una niña”, advierte con convicción. Pero hay cosas, como el hambre en el mundo, que la siguen sorprendiendo.
Tu hermana nos anunció que pensabas entrar en un convento.
- ¿Qué me iba a meter a monja? No fue así… Pero, bueno. Por ahora no. Si, de repente, siento que la vocación me llama, me meto.
¿Por ahora?
- Sí. Quién sabe. Ahora no, porque antes que monja, tendría que ser novicia.
¿Qué te parece el Papa Francisco?
- El Papa es la pera.
¿El anterior no te gustaba tanto?
- Me encantaba el anterior, lo que pasa es que este, este es franciscano. Tiene como referente a San Francisco de Asís y tal, muy pobre, muy como la vida de Cristo… Es difícil competir con eso.
¿Te gusta la austeridad entonces?
- Para mí, no tanto. Pero me gusta que a él le guste. A mí me encantaría que me gustara más ser austera. Es verdad. Ojalá me gustara más, pero no. No puedo. Me gusta demasiado ponérmelo todo encima. Aunque ahora me ha dado por arreglar mi casa.
¿Y en qué te ha cambiado la fe?
- Relativizo más las cosas. Me ayuda. Hemos pasado un año muy difícil en casa con el tío Miguel, y llegaba un momento en que no dependía de mí, que estábamos nerviosos y que a mí me daba confort. Me ayudaba a no desesperarme. A tener esperanza.
¿Seguis apretándoos el cinturón en casa por la crisis como dijo tu madre y tanto se malinterprearon sus palabras?
- Es verdad. Nos apretamos el cinturón. Todos. Porque nos ha afectado a todos. A quien no tenía nada y a quienes tenemos la suerte de tener un nivel económico alto. O desahogado. Los trabajos son más difíciles de conseguir para todos. La publicidad ha bajado en las revistas, en las teles. En todos los niveles hay crisis. Y a mi madre también la ha afectado porque vive en España. Es una crisis mundial.
¿Cómo te ha afectado a ti la crisis?
- Me compro menos cosas. Ahora, reutilizo. Por ejemplo, los zapatos. Ya no me gasto el mismo dineral. A mí me cuesta porque me gusta mucho la ropa pero me esfuerzo en dejarlo porque… porque… ¡no sabía que había tanto hambre! El otro día uno de los fotógrafos que nos persiguen en casa estaba un domingo esperándome y le dije que por favor, que era domingo, que me diera un poquito de descanso, y me soltó: "Es que mis hijos necesitan comer." ¿Sabes? Jo, es que hay familias que no tienen para comer. Yo no sabía que eso podía pasar en España. O sea, sabía que en África sí, pero ¿en España?