No s'amosioneu, afisió, que la noticia recuerda tiempos pasados.
[bocadillodejamon]
Dos años sin fallas ni petardos
· En marzo de 1873 ya se criticaba el escaso civismo de quienes se divertían molestando a otros con el estruendo de artificios de pólvora
· El ayuntamiento debatió si era serio quemar armatostes, impuso licencias y en 1885 y 1886 no se plantó ninguno
Las cosas no siempre fueron como ahora. En el siglo XIX, cuando las fiestas falleras estaban en sus inicios, no gozaban siempre del decidido apoyo de las corporaciones municipales de turno, e incluso en ocasiones se suscitaron debates sobre la idoneidad de que se colocaran aquellos trastos en medio de la calle y se les prendiera fuego y la discusión llegó al Ayuntamiento de Valencia. Aunque cabe pensar que, entre los menos favorables, igual había razones de inquina por las críticas recibidas en alguno de aquellos modestos monumentos o al haberse visto reflejados en los ninots de cualquier barriada.
El caso es que Valencia vivió dos años sin fallas, y no fue por razón de ninguna guerra u otra causa mayor. Ocurrió en 1885 y 1886. En ambos, no se plantó ni una.
Al empezar el año 1885, un concejal del Ayuntamiento de Valencia planteó en el consistorio que no debía permitirse la instalación de aquellos armatostes falleros en medio de calles y plazas, y mucho menos para acabar en peligrosas hogueras. Argumentó ante sus colegas de corporación que aquello
era impropio de una ciudad que quería progresar y aspiraba a considerarse como seria y de primer orden.
No se acordó prohibir las fallas, pero sí imponerles el pago de una licencia a cada una de ¡60 pesetas! Un dineral para la época, considerando el escaso volumen económico de aquellas incipientes comisiones de vecinos que ya conseguían bastante con reunir lo suficiente para montar unos monigotes con gracia.
La reacción fue unánime y aquel año no se colocó ninguna falla, porque todas se negaron a pagar lo que pedía el ayuntamiento. Y tampoco plantaron en marzo siguiente, el de 1886. En dos años no hubo fiestas en las calles, ni se dispararon petardos en señal de protesta y presión, con lo cual forzaron a que el consistorio reconsiderara sus planteamientos y flexibilizara algo sus decisiones.
La licencia se rebajó a 10 pesetas y en 1887 se animaron nada menos que 27 comisiones a plantar fallas, lo que suponía un número considerable. Seguramente fue así porque aquellos pioneros de la fiesta tenían mucho material guardado de los dos ejercicios inhábiles, porque en años siguientes hubo menos monumentos en las calles, oscilando entre 10 y 20, según las iniciativas fluctuantes del ayuntamiento y otras instituciones en conceder premios para animar a competir.
En 1909 se vivió también un momento duro, porque se truncó la costumbre de dar premios, con lo que bajó el número de fallas a nueve y se volvió a temer por su desaparición definitiva, como en 1885-1886.
Respecto al lanzamiento de petardos, tampoco hubo antaño la permisividad social de hoy. En 1873, el ejemplar de LAS PROVINCIAS del día 20 de marzo hablaba de 'La Valencia inculta', porque se había repetido el día anterior 'el hecho salvaje', cuando
'por doquier iban los mal educados disparando sus petardos en completa libertad, amparados por la más grosera tolerancia'. Y advertía que 'no se han hecho cargo las autoridades, que tal consienten, de que Valencia no se debe convertir en un aduar suelto. Y que perdonen los aduañeros -del Rif-; les hemos calumniado'.[/bocadillodejamon]
http://www.lasprovincias.es/v/20130314/ ... 30314.html
Hay que ver cómo avanza la sociedad. Menos mal que Rita y los falleros nos han abierto los hogos. :?: