Obviamente que no.
Al contrario. La autocomplacencia es la antesala del bajón de nivel. En todos los aspectos de la vida.
Vivimos en un Valencia parido tras una clarísima ventana de Overton. Un Valencia que no hubiéramos aceptado ni siquiera imaginado hace 15 años. Ninguno de nosotros. Y pese a estar en un Valencia del nivel de cualquier Cádiz de la vida, dicho eso con todos los respetos hacia ese histórico club, aún me toca leer a monchitos aplaudiendo la miseria y dando por bueno un contexto que objetivamente no lo es. Me niego.
Sí que discutimos, sí. Y hemos llegado donde apuntaban los peores augurios. Los que nos granjearon muchos insultos y discusiones a unos cuantos. Lamentablemente.Yoshiharu escribió: ↑20 Mar 2024 22:01![]()
El problema es que esta situación es la que beneficia a "Mentirón" a la hora de cometer sus fechorías impunemente y tenernos como el sumidero y el "engorda pollos" de "la trama", por lo que dudo que cambien NADA al respecto (para bien, se sobreentiende)...![]()
¿Que se nos aparece la Virgen como éste año?.... 'no problemo', con joderlo todo de nuevo en verano se vuelve al punto de partida y en paz... y que siga "la rueda"...![]()
P.D.: Y mira que discutimos en FOROCHÉ al respecto, diciéndote yo que no me entraba en la cabeza que no fuera más beneficioso tener al equipo arriba que hecho unos zorros...![]()
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(pero por lo visto, para Lim, NO...
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Me alegraría hoy poder decir que era yo el que estaba equivocado y tú el que tenías razón al pensar con optimismo.
Lim es un inversor y los inversores meten dinero para sacar dinero. Y si no lo sacan, venden e invierten en otro sitio. Si llevamos 10 años de Lim y los últimos 4-5 son vergonzosos y tristísimos, pero él sigue ahí, es porque sigue sacando dinero. O porque mantiene un statu quo económico sostenible con el objetivo de sacar mucho dinero en el futuro. ¿Ése rendimiento que saca a su inversión lo saca porque su club vaya bien? Obviamente no. La única conclusión lógica, racional y sensata es absolutamente obvia.
Ab so lu ta men te ob via. Pues aún hay monchitos que se niegan a querer verlo y que siguen hablando de no se sabe qué éxitos mientras tratan de afear a aquellos que señalan estas obviedades. Esta gente son la orquesta del Titanic. Los que hacen que la muerte llegue entre música y aplausos.