Decid lo que querais, pero esto es un capitán:
«Vamos, arriba»
La ciudad Deportiva de Paterna vivió ayer una jornada extraña. A la altura de las circunstancias, quizá. Con el 6-0 de Barcelona y los insultos que escucharon los futbolistas el domingo a su llegada a Manises como telón de fondo, la cara de los protagonistas, tan sólo horas después, era un poema. El ambiente se enturbió todavía más con la presencia de una decena de aficionados que volvieron a increpar a los jugadores, ésta vez en la sesión preparatoria. Nada incitaba a olvidar lo sucedido, pero Rubén Baraja ejerció más que nunca de capitán y puso fin al ´velatorio´ enchufando a sus compañeros.
VALENCIA / X. ARRIBAS Y V. LINARES
Digerir un 6-0 no se antoja fácil y menos si esa goleada reactiva el sufrimiento por la salvación. Con este panorama, los jugadores saltaron al césped serios, cabizbajos y la mayoría de manera individual. Nada de bromas, por supuesto. El silencio se apoderó de los primeros minutos de trabajo hasta que Baraja encontró la mejor fórmula para levantar el ánimo del grupo. El capitán, que participaba en un rondo junto a los que fueron titulares el domingo, tomó la palabra y no paró hasta que vio como el gesto de sus compañeros cambiaba uno a uno.
El ´Pipo´ picó a todos los que fueron pasando por el medio. «Cómo te he roto, papá», le dijo a Villa quien cayó en la ´trampa´ del capitán y poco después escuchó como le decía «Alonso ha vuelto», en alusión a la reacción del Guaje. Tras un par de acciones de Albiol le dijo al central que lo tiene «todo para triunfar», mientras que en una jugada larga mareando a los del medio gritó «mucho fútbol hay aquí». Mas allá de los comentarios, lo cierto es que Baraja consiguió su propósito, desconectar a sus compañeros de la decepción del último partido, logrando levantar el ánimo de cara al trascendental partido de mañana. La reacción fue inmediata y palpable. A partir de ahí se vio algún empujón que otro, balonazos como los que recibió Joaquín del propio Baraja tras un mal pase, gestos de rabia del Guaje por tener que ´pagar´, segadas para cortar el juego, más intensidad y mucha voluntad de recuperar la buena sintonía. Antes, Voro ya había puesto de su parte en una charla previa al entrene donde le hizo ver a sus jugadores que dependen de sí mismos y que tienen en su mano la salvación, a diferencia de otros.