De película
Calatrava se cuela en la nave nodriza de V
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Vista general del interior de la "fortaleza alienígena". Al fondo, l´Hemisfèric . levante-emv
Más de catorce millones de espectadores siguieron el pasado martes el estreno de la nueva versión de la mítica serie de los 80 "V". Lo que no saben los estadounidenses es que la nave nodriza esconde parte de la Ciutat de les Arts i les Ciències de Valencia.
La cadena ABC ha recurrido a la arquitectura futurista de Calatrava.
ÍÑIGO ROY VALENCIA Acaba de estrenarse en Estados Unidos y la nueva versión de la popular serie de televisión "V, Visitantes" ya tiene un toque valenciano que no ha dejado indiferente a nadie. Aunque no se emitirá en España hasta el próximo 27 de diciembre, las primeras imágenes del episodio piloto circulan desde el miércoles por la red y revelan que, aunque alienígena, el interior de la famosa nave comparte con Valencia no uno sino por lo menos dos edificios del complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, diseñado por el arquitecto Santiago Calatrava.
Lo que ningún seguidor de la saga podría imaginarse es que además de los nuevos efectos especiales que impregnan todas las secuencias, de los actores que renuevan la imagen de la mítica Diana -ahora se llama Ana-, Donovan, la resistencia o la "Quinta Columna", la ciudad que se esconde en el interior de la nave nodriza se basa, en parte, en imágenes de la Ciutat de las Arts i les Ciències de Valencia.
En un primer momento es difícil distinguir las siluetas de los edificios diseñados por el arquitecto Santiago Calatrava en el futurista montaje que muestra el interior de la polis, pero a medida que el encuadre se va abriendo aparecen sin ningún tipo de dudas los edificios más emblemáticos del arquitecto valenciano. Escondido entre los edificios figura l'Hemisfèric, el Palacio Príncipe Felipe desde varios ángulos y hasta l'Umbracle.
En realidad, hasta los pasillos del transbordador de los visitantes y la cúpula traslúcida que cubre la ciudad volante parece sacada de los esbozos y la mente del de Benimàmet.
Revolución en internet
El hallazgo no ha dejado indiferente a los seguidores y los primeros comentarios llegaron a los blogs especializados a primera hora del miércoles.
Los aficionados españoles que conocen la obra de Calatrava publicaron imágenes de la secuencia en la que aparecen los edificios y las compararon con las reales de la Ciutat de las Arts i les Ciències. El resultado de las comparaciones era obvio; la productora, en este caso la cadena estadounidense ABC -una de las cuatro con más peso en el sector-, había combinado fotos reales del complejo de Calatrava con escenarios en tres dimensiones recreados por ordenador.
Tras la pista del de Benimàmet
Además de los emblemáticos edificios de Valencia, los responsables de ambientar la nave alienígena incluyeron también más imágenes que resultan prácticamente idénticas a otras obras de Calatrava, como la estación de trenes que el valenciano acaba de inaugurar en la ciudad de Lieja, Bélgica.
Toda estas casualidades no han pasado desapercibidas entre los internautas y tras los primeros comentarios en los blogs, la noticia comenzó a circular por las redes sociales.
Los usuarios remitían a la secuencia de video en la que los visitantes invitan a un grupo de terrícolas a conocer su nave y a las imágenes en las que claramente se ve el fotomontaje con la obra del valenciano.
Con sorna, algunos se preguntaban sobre si el arquitecto estaría al tanto de la utilización de su obra para recrear una ciudad de otro mundo o si en realidad las características de sus edificios encajan a la perfección dentro de una nave espacial.
¿Derechos de imagen o libertad de uso?
El complejo de la Ciutat de les Arts i les Ciències de Valencia se ha convertido en uno de los platós favoritos para rodaje de cine, televisión, anuncios televisivos e incluso álbumes familiares. La imagen de la arquitectura de Calatrava ¿es suya o patrimonio de todos?
Las administraciones que promueven y financian sus obras tratan de salvaguardar estos derechos de imagen. Pero ¿es posible? Un jurista, consultado al respecto en el caso concreto del Auditorio de Tenerife, obra también del arquitecto valenciano cuyos derechos de explotación de imagen pretende el Cabildo tener reservados, opinaba que las fotografías o grabaciones desde el exterior no pueden someterse a control y deberían ser libres completamente.
El artículo 35.2 de la Ley de Propiedad Intelectual dice textualmente: "las obras situadas permanentemente en parques, calles, plazas u otras vías públicas pueden ser reproducidas, distribuidas y comunicadas libremente por medio de pinturas, dibujos, fotografías y procedimientos audiovisuales". Hay artistas que han cuestionado dicho artículo, que opera como un límite al derecho de autor.
