Publicado: 22 Jul 2007 18:16
EL MANACORÍ GANÓ EN LA FINAL AL SUIZO STANISLAS WAWRINKA
Nadal demuestra en Stuttgart que sigue siendo el rey... en tierra batida
David Menayo Rafa Nadal logró una nueva victoria sobre tierra batida. Esta vez el escenario fue el torneo de Stuttgart (Alemania), campeonato dotado con 642.750 euros en premios, que vio como el manacorí se deshacía del helvético Stanislas Wawrinka en una apretada final que terminó con un marcador global de 6-4 y 7-5 en dos horas y ocho minutos de juego. El español logra así el sexto título de la temporada, la segunda vez que lo consigue en tierras teutonas y se ratifica como 'imbatible' sobre el polvo de ladrillo.
Wawrinka saltó a la pista con la intención de mostrar sus cartas desde el principio. ¡Y vaya sí lo hizo! El suizo rechazó jugar desde el fondo de la pista al peloteo a sabiendas de que así Nadal le ganaría la partida; por ello, se dedicó a tirar cañonazos de todos los tipos y colores -de revés, con la diestra, con voleas...-, que no sólo le permitía llevar la iniciativa en el dominio del punto, sino que le quitaba éste a Nadal cuando el español lo tenía. Prueba de esto es que la primera ruptura de saque fue para el helvético. Pero Rafa es grande y, sentido en su orgullo, recuperó la desventaja sólo un juego después. Y en el noveno y juego clave, Rafa pisó el acelerador, sacó su muñeca a pasear y aprovechó la segunda de las dos bolas de break de las que dispuso. Porteriormente, al servicio, cerró la primera manga a su favor -salvando incluso una opción de ruptura- con un parcial de 6-4.
El comienzo del seguno set quiso imitar la igualdad del primero y ya en el segundo juego, Wawrinka lograba rompía el servicio de Rafa (en blanco). El suizo seguía haciendo de las suyas, con esos potentes ganadores y moviendo de un lado a otro de la pista a Nadal, sobre todo haciéndole mucho daño sobre su revés, que golpeado en movimiento no estaba siendo tan decisivo. A pesar de que Rafa recuperó la desventaja en el siguiente juego, de nuevo Wawrinka se aplicó al resto y subiendo a la red y volea tras volea, rompió de nuevo el servicio a Rafa y se colocaba por delante en el luminoso. Incomprensiblemente, Nadal estaba fallón, como ausente en el polvo de ladrillo y hasta mermado anímicamente. Pero llegó de nuevo el noveno juego, perdón por ratificarme con el adjetivo de 'clave', y Rafa rompió el servicio de Wawrinka, que servía para llevarse el set, e igualaba el marcador. Un golpe xcesivamenteduro para el suizo, que vio como sus opciones, por pocas que fueras, se diluían a medida que Nadal recuperaba el color y la confianza. Un nuevo break, la ratificación de éste y el segundo set en el casillero de Nadal con un parcial de 7-5.
Una nueva victoria para Nadal (56 lleva esta temporada), un nuevo título en su currículo (el vigesimosexto de su carrera, el segunda en Stuttgart tras su victoria en el 2005 ante Gaudio) y la sexta victoria del año (tras Roland Garos, el Conde de Godó de Barcelona y los Masters Series de Indian Wells, Montecarlo y Roma). El manacorí demostró una vez más que sigue siendo el rey de la tierra batida y que por encima de él, sólo está el suizo Roger Federer (por ahora)
Enlace a la noticia
Otro título que Nadal consigue en tierra batida. A ver si continua haciendo un buen papel en el último tramo de la temporada goof.
Nadal demuestra en Stuttgart que sigue siendo el rey... en tierra batida
David Menayo Rafa Nadal logró una nueva victoria sobre tierra batida. Esta vez el escenario fue el torneo de Stuttgart (Alemania), campeonato dotado con 642.750 euros en premios, que vio como el manacorí se deshacía del helvético Stanislas Wawrinka en una apretada final que terminó con un marcador global de 6-4 y 7-5 en dos horas y ocho minutos de juego. El español logra así el sexto título de la temporada, la segunda vez que lo consigue en tierras teutonas y se ratifica como 'imbatible' sobre el polvo de ladrillo.
Wawrinka saltó a la pista con la intención de mostrar sus cartas desde el principio. ¡Y vaya sí lo hizo! El suizo rechazó jugar desde el fondo de la pista al peloteo a sabiendas de que así Nadal le ganaría la partida; por ello, se dedicó a tirar cañonazos de todos los tipos y colores -de revés, con la diestra, con voleas...-, que no sólo le permitía llevar la iniciativa en el dominio del punto, sino que le quitaba éste a Nadal cuando el español lo tenía. Prueba de esto es que la primera ruptura de saque fue para el helvético. Pero Rafa es grande y, sentido en su orgullo, recuperó la desventaja sólo un juego después. Y en el noveno y juego clave, Rafa pisó el acelerador, sacó su muñeca a pasear y aprovechó la segunda de las dos bolas de break de las que dispuso. Porteriormente, al servicio, cerró la primera manga a su favor -salvando incluso una opción de ruptura- con un parcial de 6-4.
El comienzo del seguno set quiso imitar la igualdad del primero y ya en el segundo juego, Wawrinka lograba rompía el servicio de Rafa (en blanco). El suizo seguía haciendo de las suyas, con esos potentes ganadores y moviendo de un lado a otro de la pista a Nadal, sobre todo haciéndole mucho daño sobre su revés, que golpeado en movimiento no estaba siendo tan decisivo. A pesar de que Rafa recuperó la desventaja en el siguiente juego, de nuevo Wawrinka se aplicó al resto y subiendo a la red y volea tras volea, rompió de nuevo el servicio a Rafa y se colocaba por delante en el luminoso. Incomprensiblemente, Nadal estaba fallón, como ausente en el polvo de ladrillo y hasta mermado anímicamente. Pero llegó de nuevo el noveno juego, perdón por ratificarme con el adjetivo de 'clave', y Rafa rompió el servicio de Wawrinka, que servía para llevarse el set, e igualaba el marcador. Un golpe xcesivamenteduro para el suizo, que vio como sus opciones, por pocas que fueras, se diluían a medida que Nadal recuperaba el color y la confianza. Un nuevo break, la ratificación de éste y el segundo set en el casillero de Nadal con un parcial de 7-5.
Una nueva victoria para Nadal (56 lleva esta temporada), un nuevo título en su currículo (el vigesimosexto de su carrera, el segunda en Stuttgart tras su victoria en el 2005 ante Gaudio) y la sexta victoria del año (tras Roland Garos, el Conde de Godó de Barcelona y los Masters Series de Indian Wells, Montecarlo y Roma). El manacorí demostró una vez más que sigue siendo el rey de la tierra batida y que por encima de él, sólo está el suizo Roger Federer (por ahora)
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Otro título que Nadal consigue en tierra batida. A ver si continua haciendo un buen papel en el último tramo de la temporada goof.