SENTIMENT CHE

Sagan escribió:Insa es un crack, ya anuncia la siguiente:
Es un superviviente nato.

El_bicho escribió:No lo pongo en duda, pero a mi personalmente, me da pena/vergüenza. Me parece que su pseudo-periodismo sensacionalista es de un nivel bajísimo, en condiciones normales no debería tener audiencia pero como es el de los pocos medios que dedica una gran franja horaria al Valencia, y los que seguimos al Valencia estamos hambrientos de consumir "información" del equipo aunque sea empaquetada en mierda, pues de ahí que siga viviendo de esto. Yo hace lustros que no lo escucho, pero vamos, el foro lo leo a diario y me basta para ver que para él no pasan los años.

Plaza deportiva escribió:Alvarado trató de vender 25 kilos de oro a una empresa valenciana con garantías poco fiables



El costarricense Mario Alvarado se presentó el 26 de noviembre en las oficinas centrales de Bankia en Valencia y presento una oferta para comprarle la deuda del Valencia CF a la entidad bancaria.

En principio se presentó públicamente como un comprador del VCF en plan mesías. Venía para acabar con la deuda, construir el Nuevo Mestalla y hacer un súper equipo. A la hora de la verdad no demostró ninguna solvencia económica, Bankia dio los documentos por poco fiables y en realidad lo que quería era comprar mediante un fondo 'buitre'.

Alvarado, que sigue hospedado en un lujoso hotel de Valencia en el que ha tenido problemas de pago, intentó sólo unos días después de su intento de compra de la deuda del VCF vender 25 kilos de oro fino (el de 24 quilates) a una empresa valenciana de compraventa del preciado metal.

El centroamericano se puso en contacto con dicha empresa y le aseguró que tenía 25 kilos de oro bueno y legal y que quería venderlo. Esa cantidad de oro se transforma en de un millón de euros, ya que el gramo está valorado en unos 40 euros.

Desde la empresa de compraventa desconfiaron de Alvarado desde el principio, ya que su imagen pública había quedado en entredicho sólo unos días antes. Sin embargo, al tratarse de una operación interesante le exigieron toda la documentación pertinente, como con cualquier otro cliente, para asegurarse de que el oro era bueno y legal.

Alvarado aportó la documentación y se emplazó con los empresarios valencianos para unos días después. Sin embargo, nunca más se supo de él. Los papeles aportados carecían de credibilidad y el 'posible' comprador del VCF pasó a ser 'posible' vendedor de oro.