Espantada de culés tras el posicionamiento del club el 1-O
Las peñas se independizan del Barça
Desde que el F.C. Barcelona se ha posicionado a favor del referéndum de secesión del 1-O, la salida de socios y presidentes de peñas viene siendo habitual los últimos días. Los comunicados del club, y además las declaraciones de Gerard Piqué defendiendo el derecho a decidir, han indignado a numerosos aficionados. Un grupo de ellos han creado la plataforma Soy Culé y Español, pidiendo que el club no se meta en política. Javier Tebas, presidente de la Liga de Fútbol Profesional, advierte: “El fútbol del resto de España no se va a acabar por que no esté el Barça”.
En la familia Olivares Seguí de Alicante, cuando nace un nuevo miembro del clan, lo hace con un carné de socio del F.C. Barcelona bajo el brazo. Pero eso ya no va a ser así. Francisco Olivares, el patriarca, desde niño con el corazón blaugrana, acaba de dejar la presidencia de la peña barcelonista Albadalejo, de Alicante, porque la directiva del Barça ha apoyado el referéndum para la independencia de Cataluña: “Además, ya no soy socio del Barça”, cuenta, y añade que se siente “profundamente humillado como culé. El Barcelona es un club deportivo, no un partido político. Me siento español y lo considero prioritario”. Francisco ya no pagará su cuota de socio, ni la de sus nietos.
En la otra punta de España, otra baja. No pensó nunca el constructor jubilado Manuel Cerreda que un día tomaría la amarga decisión de dejar la presidencia de la peña barcelonista Os Eternos, de Ourense, por un profundo desacuerdo con la orientación política del Barça. Pero le ha ocurrido, a sus 74 años. “El club no debió meterse en política. Mezclar fútbol y política es un desastre”, lamenta. Dolido por la rebeldía de la Generalitat el 1-O y, sobre todo, porque el club de sus amores la secunde, Cerreda acaba de dejar un cargo al que llegó en 2004, y aún medita si arrojar su carné de socio, el 97.156, emitido hace 25 años, al baúl de los recuerdos.
Sería en todo caso un baúl de recuerdos felices, pues, hasta que han llegado estos días de amargura, el Barça ha sido parte de lo mejor de su vida. El ourensano Cerreda se aficionó al fútbol en Alemania, en 1962, de la mano de unos amigos catalanes que compartían con él su condición de emigrantes. Y su peña, de 65 socios, ha agasajado anualmente a directivos del Barça con fenomenales banquetes.
En uno de ellos conoció y departió amistosamente con Amador Piqué, el abuelo de Gerard, el directivo que más viaja a visitar peñas. “Al ver nuestras xuntanzas, tan animadas y con tanta gente, se emocionaba”, relata. Ahora Cerreda se encoge de hombros cuando se le pregunta si, con una Cataluña independiente, el Barcelona tendría que dejar la liga española: “¿Qué se le va a hacer? Carretera. Si quieren irse, que se vayan. Para mí sería una gran pérdida, porque son españoles”.
Adiós blaugrana
Abandonar al Barça es la amenaza recurrente de la semana. El disgusto se extiende entre los culés que antes disfrutaban con los colegas de sus peñas en toda España. En la ciudad del fino, del arte ecuestre y de Lola Flores, el sentimiento es el mismo: “Si el Barcelona se mete en política, dejo de ser del equipo”, dice, rotundo, Inocencio Montero, presidente de la peña barcelonista de Jerez (Cádiz). Tiene 58 años y es seguidor del Barça desde los cinco. “Me han defraudado”, lamenta. La peña se fundó en abril de 1981, y concita a 53 culés que no quieren oír hablar de independencia: “Si se van, ya da exactamente igual donde jueguen”.
Muchos seguidores blaugranas no comparten el punto de vista de la directiva del F. C. Barcelona y han decidido tomar medidas. La pasada semana ya eran más de 100.000 los culés que seguían en Facebook a la Plataforma Soy Culé y Español, que reivindica el alejamiento del club del independentismo: “El Barça tendría que haberse quedado al margen de la polémica. Cuando apoyan la independencia de Cataluña marginan a millones de seguidores del resto de España y del mundo”, explica el creador de la plataforma, Víctor Romero, joven zamorano que ha comenzado una recogida de firmas para tumbar a la actual directiva blaugrana.
Víctor recuerda lo ocurrido en el partido contra Las Palmas el pasado 1 de octubre, que se jugó a puerta cerrada a petición del club. “Fue la gota que colmó el vaso. Nos llegaron mensajes de familias que se habían trasladado hasta Barcelona para ver el partido. A un niño de 10 años sus padres le habían regalado una entrada por su cumpleaños para ver a su héroe: Lionel Messi. Se quedó a las puertas”. A pesar de la polémica, el club se plantea repetir partidos sin afición presente en las próximas jornadas.
El fundador de Soy Culé y Español reconoce que ser del Barça supone que “te tilden de independentista” y, a pesar de haber una gran cantidad de culés que se sienten españoles, “es difícil entrar al Camp Nou con una bandera de España. En la remontada contra el PSG, la seguridad del campo obligó a un seguidor a guardarse la bandera nacional. Solo permiten la libertad de expresión para un sector”, sentencia Víctor, y añade que este problema que divide a los seguidores del Barcelona tiene su razón: “Todo empezó con Laporta”.
Tanta trascendencia ha tenido la postura del club, que el Presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas, ha salido a la palestra: “Tiene que predominar el Estado de Derecho. Para competir en España, el club debe estar adscrito a una federación autonómica que conforme el territorio español”. Tebas apunta que, para la Liga española y para el club catalán, sería perjudicial una salida del club blaugrana. Sin embargo, “el fútbol del resto de España no se va a acabar por que no esté el Barça. Ha conseguido lo que ha conseguido gracias a jugar en la Liga de España”, sostiene el presidente de la LFP. Cuando interviú le pregunta si el FC Barcelona perderá su prestigio mundial, Tebas contesta: “Creo que sí. ¿Cómo le vamos a aplicar, por ejemplo, el reparto de los derechos de televisión a un club que no acepta el reglamento jurídico de España? Que me lo expliquen a mí”.
EXPLORANDO EN FRANCIA
En 2014, antes del anterior intento de referéndum independentista, un servicio de inteligencia francés avisó a su homólogo español de que directivos del Barcelona habían consultado en la Ligue francesa sobre la posibilidad de jugar en esa competición. Varios equipos galos aseguraron que recibirían encantados al Barça.
Esta revista informó de esas pesquisas en junio de 2014, indicando además que Moncloa manejaba un informe sobre la influencia del club en el procés. “Una posición radical del Barcelona a favor de la independencia influiría en entre un 30 y un 40 por ciento de los votantes”, explicó uno de los autores del dosier.
Parecida proyección manejaba la Generalitat, entonces gobernada por Artur Mas, que considera al Barcelona herramienta clave para la secesión. Pero no sin coste. Asesores jurídicos advirtieron al president que el club blaugrana sería una de las entidades catalanas más golpeadas por las consecuencias de la ruptura, pues la Ley del Deporte impide competir a clubes extranjeros, salvo los de Andorra. La búsqueda de una salida francesa, además, tiene un obstáculo: el gobierno francés no permitiría el precedente.
Por esas y otras razones, el Consell Assessor per a la Transició Nacional elevó una recomendación en favor de la “cooperación deportiva” con España, para que el Barça, el Espanyol y el Girona puedan seguir jugando en la liga española. “Los intereses económicos y deportivos de los clubes y de los medios de comunicación acabarán por determinar la más que probable continuidad de la participación de los clubes en las competiciones españolas”, decía el documento. Cuatro años después, Javier Tebas comenta que la búsqueda del Barça en Francia es vana: “Decir que el Barcelona va a jugar en la liga francesa es de barra de bar. Es desconocer el derecho deportivo en España y en Francia. Es imposible”.
FUENTEALBILLA CALLA
En Fuentealbilla, localidad albaceteña que vio nacer a Andrés Iniesta, estrella del Barça y estandarte de la selección española, no quieren saber nada. Tanto quieren al jugador culé que prefieren no mojarse: “Iniesta es vecino del pueblo y no queremos perjudicarle de ninguna manera”, dice el presidente de la peña local, Andrés García. Aun así el jugador se manifestó a través de su cuenta de Twitter el pasado día 5: “Antes de que nos hagamos más daño: dialoguen”.
En Sevilla, sin embargo, no tienen reparo en decir lo que piensan: “Si Cataluña se independizara, preferiría que el Barça jugara en la liga española, pero no querría pagar la cuota de socio”, dice Eduardo Quílez, que preside la peña el Gallo de Morón (Sevilla). A algunos de sus socios les supone un problema confesarse culés: “Los miran mal por llevar la camiseta”. El conflicto catalán no deja indiferente a nadie. Ni a las peñas que a su manera, sufren las consecuencias: “Cuando sacamos lotería, ya ni nos compran”, cuenta Quílez.
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