Juan Soler dejará el Valencia como un solar
JULIÁN GARCÍA CANDAU
Es erróneo creer que usted llevará en el futuro al Valencia Club de Fútbol a la ruina deportiva. No es tiempo por venir: ya está en ella. Lo preocupante es el mañana social y económico. Usted, con su errática política, puede acabar llevando al club a la desaparición.
La quiebra económica está tan cerca como el descenso a Segunda. De esta categoría se regresa porque siempre hay un Arturo Tuzón para enderezar el rumbo, lo peor es llegar a la conclusión de que en lo económico ya no hay solución. A pesar de los muchos tiburones que ahora se acercan al fútbol, usted es uno de ellos, será muy difícil encontrar inversores con valor suficiente para hacerse cargo de las deudas.
Sus ocurrencias deportivas han superado las más absurdas que en el deporte español se han vivido y pese a ello, el porvenir es más incierto y oscuro que el reinado de Witiza.
Ahora mismo tengo la impresión de que usted va a dejar el club como un solar. Va a vender Mestalla por parcelas y no va a tener dinero suficiente para acabar el nuevo. Nos va a dejar a la intemperie porque al ritmo que aumenta la deuda que sus decisiones generan será difícil pronosticar el día del traslado.
Y si ello llega, el club se trasladará en manos de los acreedores. Y encima, un recinto para tantos espectadores será modelo de monumento deshabitado.
Está echando a la gente de Mestalla y no parece probable que aumenten los espectadores. Usted se ha convertido en el Atila valencianista.
No hace falta recuperar la memoria de los muchos desacatos de que ha sido protagonista. Nunca jamás había habido un presidente de club de fútbol con más muertos en el armario. Elefante en cacharrería es tópico que se queda corto para usted.
Es mentira que el Valencia, como dijo su hasta ahora fracasado entrenador, haya tocado fondo. Aún veremos peores decisiones.
Mantuvo al entrenador que no le gustaba y lo despidió en el momento más inoportuno. El nuevo está batiendo marcas. En los ocho partidos que ha dirigido ha conseguido una victoria. En casa y contra el Murcia. Las decisiones de Ronald Koeman me temo que no le son muy propias. Por boca de su entrenador habla Johan Cruyff.
Lo que le faltaba al Valencia es tener como mentor aquél entrenador del Dream Team que únicamente ganó una Liga por derecho porque las otras tres se las regalaron Tenerife y Valencia. Como fichador no tuvo precio. Entre otros, contrató a José Mari, Eskurza, Romerito, Onésimo, a los delanteros del Espanyol Korneiev y Escaich, con los que descendió a Segunda, e hizo debutar a figuras como Lucendo. Acojámonos a todos los dioses del Olimpo si las nuevas contrataciones tienen el consejo de Johan.
Señor Presidente: con los despidos de Albelda y Cañizares, más los que se sospecha que tiene en cartera, Vicente, Angulo y Joaquín, el resto de la plantilla va a ser campo de soledad y mustio collado.
En este momento, para el club sólo hay tres soluciones: que usted dimita, que le pague, como es costumbre, al actual entrenador el salario de los tres años de contrato y se vaya o que éste y usted reconsideren lo anunciado y traten de llegar al final sin más traumas.
De momento, el entrenador ha desorientado a los futbolistas que no saben a qué van a jugar. Va a ser difícil recomponer la moral que con usted y Koeman, ni la del Alcoyano será suficiente.
A los jugadores, si tuvieran lo que hay que tener, si fueran mínimamente solidarios, después de jugar contra el Zaragoza se deberían negar a entrenarse con un señor que tiene amenazados a tantos con el despido improcedente.
Cañizares y Albelda no han cometido ningún acto de indisciplina. Los dos son la primera coartada que se ha buscado el entrenador, individuo que empieza a no merecer ni siquiera el beneficio de la duda. Quiere acabar con la historia más brillante del Valencia. Me niego a aceptarlo. Y usted es más consentidor que el famoso poseedor del cipote de Archidona.
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