Miroslav escribió:Quizá la rentabilidad de ciertos clubs de fútbol esté más en ese vender activos que en la propia rentabilidad empresarial de la SAD (que lleva sin dar dividendos desde nunca jamás). Vamos, que un club te puede servir para mover multitud de mercancías caras, que van y vienen desde y a lugares determinados y en movimientos discrecionales...como, en un contexto económico peor, te puede valer para mover mercancías (y gestionar todos los derechos inherentes a esas mercancías), desde un nivel económico inferior. Vamos, que puedes sacar beneficios moviendo Negredos, Mangalas, Enzos y Siqueiras en operaciones de muchos millones y que sin lugar a dudas van encadenadas a otros clubs, también controlados y que reaccionan en cadena, incluyendo en esto porcentajes de propiedad de los jugadores (previamente chalaneados), derechos de futuros traspasos, derechos de imagen particulares (previamente chalaneados), etc, tanto como puedes sacar beneficio a hacer 3/4 de lo mismo moviendo mercancías propias, que hayan salido de tu fábrica. El Ferrán, el Kang In, el Koba, el que sea. Los mueves en operaciones de menos millones que en el otro caso, pero igual que en aquél y sin lugar a dudas van encadenadas a otros clubs, también controlados y que reaccionan en cadena, incluyendo en esto porcentajes de propiedad de los jugadores (previamente chalaneados), derechos de futuros traspasos, derechos de imagen particulares (previamente chalaneados), etc. Y así, el Kang In destinado a ser una estrella del Valencia y un referente de su cantera, puede acabar con % de propiedad y los derechos de imagen de su persona vendidos a empresas del entorno Meriton, a las que les interese mucho más que el jugador esté en el Chelsea que va para arriba y juega Champions, por ejemplo, que en el Valencia que va para abajo y con suerte no baja a 2ª. O que el hecho de dar salida "a buen precio" a Ferranes, sea agradecida por los clubs receptores, que a su vez participen o te dejen participar en otros movimientos, de otros jugadores en los que tengas intereses o desde otros clubs donde tengas intereses.
Por ejemplo.
Lo que está claro es que las cosas pasan por algo y en el fútbol hoy, nadie se mantiene por amor al arte.
No estoy en desacuerdo con lo que sugieres, ni tampoco con lo que comenta Fasswilkes, pero para que todos esos chalaneos puedan darse necesitas como poco que el barco flote. El barco lleva flotando desde 2014 dando cobijo a ese modelo de sofisticado mangoneo made in Gestifute, pero a partir de 2022 no va a haber silicona que tape los agujeros del casco y permita que el modelo siga perviviendo.
Como apuntaba Rainhof, se están dando las ultimas bocanadas de aire con la rentas de que disponías (Ferrán, Rodrigo, Parejo, Coquelin, Kondogbia… te permiten aguantar cinco minutos más a nivel económico; Gayá, Paulista, Soler, Maxi, Guedes… te permiten aguantar diez minutos más a nivel deportivo). Pero cuando las últimas rentas deportivas se vendan para seguir respirando económicamente, a nivel deportivo el club se cae y la Segunda División es insoslayable. La manta la temporada que viene ya no dará para tapar pies (economía) y cabeza (permanencia). Y el barco del Valencia pasa a serle inservible al modelo Gestifute porque aquí ya no hay un duro para mover mercancía. Fijaos en los mercados de verano y enero del Valencia, si el chino no quiere pagar ni cesiones gratuítas; aquí ya no hay negocio para Mendes.
Lo que ponía en el tapete es que ese modelo no es sostenible si tu deuda (entre ATE, estadio y acreedores) se sitúa en el 700%-800% de tus ingresos anuales, algo que no ocurre ni con el Osasuna ni con el Rio Ave. Si con la devaluación absoluta de la marca ValenciaCF y de sus ingresos has de ser un crack para equilibrar el actual desfase ingresos-gastos, imagina además encajar la devolución de una deuda tan monstruosa como la que afronta el Valencia CF. La misma superviviencia del club, aunque no quieras aspirar a ser más que un Getafe o un Eibar, es inviable. El club va a causa de disolución de cabeza y Lim está recuperando todo lo que puede antes de saltar del Titanic.