A colación de todo esto hay unas declaraciones muy acertadas de Arrasate en rueda de prensa el otro día cuando le preguntan por la opción de dar la alternativa a canteranos ahora que ya tienen la salvación encarrilada y el tío da una respuesta de chapó:Miroslav escribió:En el fútbol de antes los clubs tenían entrenadores experimentados en sus canteras e incluso en sus primeros equipos. Y cuando tenían entre manos un diamante en bruto, lo forjaban como Vulcano forjaba en sus fraguas. Con trabajo, con paciencia, con una mezcla de palos y de mimos, a fuego lento...Ahora todo son productos, todo es merchandising y cualquier crío con las pelotas aún peladas que hace 3 cositas ya pasa a ser encumbrado, hay fondos (como aquellos en los que participa Lim) que ya adquieren su propiedad de pase o sus derechos de imagen y ya a nadie le importa educar y enseñar para que el crío evolucione a hombre, porque el interés pasa rápidamente a enseñar el producto en el escaparate, darle el máximo bombo posible y tratar de mercadearlo a tope, porque es único y maravilloso y eso vale muchos millones. Sobre todo si quien lo mueve tiene mando en plaza en decenas de clubs, lo que abre las opciones y multiplica las posibilidades de que el niño de rendimiento crematísico, que al final es el rendimiento que hoy importa.
Y para un niño de 17 o 18 (o 19 ahora mismo), soportar portadas, titulares, cantos de sirena (mayor o menormente interesados) de clubs de altos vuelos y todo eso, no es nada fácil. Nada de nada. De hecho, muchos se pierden por el camino, porque donde deberían estar escuchando al míster y currándose cada minuto en la élite, aprendiendo y aplicando lo aprendido en el campo con tesón, pasan a estar al volante de un Ferrari, cobrando el sueldo de un jugador de altos vuelos y exigiendo minutos "o me piro". Porque ellos lo valen, como el pelo Pantene. Y en el momento en el que el trabajo y la ilusión se cambian por el ego y cierto narcisismo poco sano, la cosa cae pero a reacción.
Este chico tiene condiciones técnicas para todo. Pero con eso no basta. Y aquí hace años que no cuidamos todo lo que hay detrás de cada jugador.
“Para mí es muy fácil. Medalla para mí, los chavales encantados, el entorno lo mismo, los representantes ni te cuento. Pero no son números, son personas y están en formación. A veces crees que les haces un favor y lo que les haces es un flaco favor. Cuando yo entienda que están preparados y que puedan asentarse, seré el primero en ponerlos, pero hay que tener cuidado”, ha manifestado Arrasate.
"Para mí hacer debutar a alguien es estar seguro de que se puede asentar o que puede tener recorrido en el primer equipo. No son números, son personas en edad de formación".
Y Arrasate es un tío de fútbol que se ha chupado muchas temporadas en las escuelas y en filiales antes de llegar ahí, me refiero a que sabe lo que habla. Eso vale tanto para dirigentes, como para entrenadores, como para aficionados cuando nos convertimos en trituradores de canteranos, yo el primero.